viernes, 25 de abril de 2014

EL CENTRO MUNICIPAL INTEGRADO DEL LLANO CONTINÚA LA PROGRAMACIÓN DEL PRIMER SEMESTRE DE 2014 DE SU FORO DE FILOSOFÍA POPULAR (29 DE ABRIL) CON UNA REFLEXIÓN SOBRE LA FILOSOFÍA ANTE EL FUTURO DEL LIBRO AQUÍ Y AHORA (NUEVOS MEDIOS Y SOPORTES, ¿NUEVAS FORMAS DE PENSAR?)



 
El Centro Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón) desarrollará el Martes, 29 de Abril del 2014, a las 19’30 horas,  la sesión mensual del Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y ahora” para continuar su programación del Primer Semestre de 2014 abordando el tema «La Filosofía ante el futuro del libro aquí y ahora: Nuevos medios y soportes, ¿nuevas formas de pensar?»... La sesión partirá del hecho de la larga y, ahora, acelerada crisis que vive el mundo del libro (y de la creación cultural, en su conjunto)... Las diversas formas de reproducción y pirateo cultural (facilitando “productos culturales” en soportes y a través de canales de distribución ajeno a la industria de promoción tradicional de los mismos), así como el creciente desprecio institucional (manifiesto en fórmulas como el drástico recorte de apoyos o los abusivos aumentos de impuestos) hacia un mundo de la cultura que el poder percibe como hostil (pese a su creciente sumisión), obliga al análisis crítico de los propios conceptos de “creación cultural” e “industria cultural”, así como de los cauces tradicionales de distribución de la cultura (con especial atención en el caso del libro) y las consecuencias que sobre los mismos tiene la irrupción de las llamadas nuevas tecnologías de la información y la comunicación (especialmente, con la posibilidad que Internet, como red, abre para hacer patente el carácter colectivo de la construcción del conocimiento, incluido el artístico; así como para compartir diversos tipos de “productos culturales”). Tal análisis obligará a revisar también, de algún modo, el propio concepto de derechos de autor y la regulación legal que se hace de los mismos (desde el Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobado por Real Decreto el 12 de Abril de 1996, hasta la llamada “Ley Sinde” articulada dentro de la Ley de Economía Sostenible del último gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero y sus reformulaciones en actual gobierno de Mariano Rajoy, del copyright al copyleft, de las sociedades de gestión de derechos de autor al canon digital, etc.)… ¿Pueden considerarse, aquí y ahora, los derechos de propiedad intelectual como fundamentales?, ¿cómo compatibilizar su reconocimiento con la evidencia de que la “creación cultural”, en sentido estricto y como acto individual, ni existe ni puede existir?, ¿responden los controles sociales sobre los derechos de autor a los intereses de los “creadores culturales” o a los de la “industria cultural” (reproductora y difusora de “productos culturales mercantilizados como blockbusters y bestsellers”)?, ¿qué consecuencias tiene la existencia de “industrias culturales” sobre la “creación cultural” (cultura de masas, de élite, general,…)?...
Pero hay mucho más... Los propios medios y soportes progresivamente implantados por las llamadas nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para las relaciones de comunicación en general (y de creación en particular) suponen cambios materiales muy evidentes. pensemos, por ejemplo en el paso de la vieja comunicación espistolar al correo electrónico, o del periodismo de opinión y las antiguas tertulias de café a los blogs y las redes sociales, o de las arcanas recopilaciones enciclopédicas del saber a las wiki, o de  las revistas científicas y culturales de papel a las revistas digitales … Y, sobre todo, que aportan (y qué birlan) las redes sociales a los procesos de comunicación artística (de la producción aficionada a las condiciones de posibilidad de una búsqueda profesional de lo sublime). Así que parece imprescindible el replanteamiento de estas y otras cuestiones que, vinculándose a una alfabetización digital crítica y al análisis crítico de los  tópicos comunes al respecto (inmediatez, interrelación, cooperación, libertad, democratización del saber,…), las desborde (al estilo de El desengaño de Internet de Evgeny Morozov, 2011) para situarnos en el umbral del pergeño de una suerte de teoría urgente (y provisional) de la comunicación artística en “tiempos TIC” capaz de asumir y explicar la proliferación y extensión (sociológica y psicológicamente avaladas) de nuevas y más dramáticas formas sociales de incomunicación personal. Porque son estos tiempos difíciles para repensar el papel de la intelectualidad como creadora y promotora de una producción cultural capaz de mejor interpretar el mundo para intentar transformarlo, ya que estamos sumidos en lo que Cornelius Castoriadis llamó El ascenso de la insignificancia (1996) y, para intentar escapar de ella, urge atisbar alguna respuesta (o, al menos, pronunciarse con más rigor) frente la paradoja de que “en la sociedad de la comunicación nadie se comunica verdaderamente (en profundidad) con nadie”. Y, ¿qué sería de nosotros sin el recurso a un buen libro?.
Todo ello será desarrollado por el propio coordinador del Foro, José Ignacio Fernández del Castro, que, como siempre, facilitará a las personas participantes un dossier con documentación sobre el tema abordado (incluyendo el guión de la sesión, recomendaciones bibliográficas y cinematográficas, e informaciones de interés). Tras su intervención (e, incluso, durante la misma) habrá un debate general entre todas las personas presentes. La sesión  (recordamos que, en relación con este Foro, que se celebra en relación con el Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor -23 de Abril-, se ha proyectado ya, el miércoles, 23 de Abril, en el Cine-Forum “Imágenes para pensar”, la película Metrópolis, 1926, de Fritz Lang) tendrá lugar en el Aula 3 (Segunda Planta), con asistencia libre.

Por otra parte, la Programación del Primer Semestre del año 2014 en el Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y ahora” continuará abordando los siguientes temas: La filosofía ante la “suburbialización postcolonial” de África aquí y ahora: ¿Vidas a la deriva en un continente a la deriva? (Martes, 27 de Mayo), y La filosofía ante un mundo de muros y vallas aquí y ahora: ¿Dónde, para quién y para qué quedan aún refugios? (Martes, 24 de Junio). Las sesiones se celebran, respectivamente, en relación con el Día de África (25 de Mayo), y el Día Mundial del Refugiado (20 de Junio).
 

domingo, 20 de abril de 2014

Pensamiento del Día, 20-4-2014



«...Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga otra vez y muchas veces a parirse a sí mismos.»



(Gabriel José de la Concordia GARCÍA MÁRQUEZ; Premio Nobel de Literatura 1982; Aracataca, Colombia, 
6 de marzo de 1927 - México, D.F., México, 17 de abril de 2014. El amor en los tiempos del cólera, 1985.)



Fue lo suyo la crónica de una muerte anunciada... Pero no, como en el caso de su joven personaje, Santiago Nasar, por asuntos de honor familiar e hipocresía social, sino porque, irreversiblemente enfermo desde hace mucho y situado en el Olimpo de las glorias literarias supremas desde hace mucho más, continuamente se disparaban rumores sobre su muerte inminente.



Y, claro, con 87 años cumplidos y tantas derrotas vitales, cada vez era más probable que el rumor acabara por coincidir con la noticia.



Alguien, ¿qué duda cabe?, habrá dicho todavía, al escucharla en un noticiero o leerla en cualquier periódico, “no, si ya lo decía yo”... Es lo que tiene este áspero mundo: los agoreros siempre acaban por tener razón... Y para que así sea, muestran una paciencia infinita.



Pero Gabriel García Márquez supo ir más allá de este mundo e inventarse un territorio, Macondo, que, curiosamente, lejos de alejarnos del aquí y del ahora (salvo en las provechosas horas de ávida y gozosa lectura), nos incitaba a las más lúcidas y críticas reflexiones sobre él... Porque Macondo no era ni mejor ni pero que este mundo, sino simplemente otro; una alteridad cosmológica, casi ontológica, que nos permitía (y exigía) la toma de distancia suficiente sobre nuestros pasos cotidianos para mejor valorar la necesidad del salto.



O dicho de otra forma, para saber nacer de nuevo cada vez que la vida así lo pide... Y en cada nuevo nacimiento mejorar el amor. Aunque los tiempos, como estos, sean de cólera, de muchos tipos de cólera.



Nacho Fernández del Castro, 20 de Abril de 2014

viernes, 11 de abril de 2014

Pensamiento del Día, 11-4-2014



«La señora Barrington se detuvo en el camino del jardín.
-Verdaderamente, creo que le debo una disculpa –Alma caminó hasta ella–. Hemos sido amigas demasiado tiempo para hablarnos así. Demasiado tiempo.
-Me temo que está usted demasiado acostumbrada a decirle a Boyd todo lo que se le pasa por la cabeza como para recordar que otras personas pueden no estar demasiado acostumbradas a su falta de tacto –la señora Barrington lanzó a Alma una sonrisa gélida pero no del todo desagradable–. La franqueza es una cosa en nuestra casa y otra muy distinta en casa ajena.



-Estoy de acuerdo –Alma pudo oír su propia y débil disculpa.



-Me temo, querida mía, que no basta con que esté de acuerdo. Ha dicho usted cosas muy crueles, ¿sabe?. Ha hecho daño a la gente una y otra vez. Y sigue haciéndolo.»



 (James Otis PURDY; Hicksville, Ohio, Estados Unidos, 17 de julio de 1914 – Englewood, New Jersey, 
13 de Marzo de 2009. The Nephew -El sobrino-, 1961 -1962 para la primera edición en castellano-.)



Hasta un benemétito escritor maldito, como James Purdy (que hoy sería centenario), se daba cuenta de que la franqueza está muy sobrevalorada en nuestra sociedad occidental... Acaso se daba cuenta de un modo muy especial precisamente por ese halo de malditismo que, en una sociedad especialmente puritana como la estadounidense, lo llevó a recorrer con fortuna menguada los despachos de las más diversas editoriales.



Esa sociedad que consagra la mentira como la más abominable de las faltas y la mayor de las amenazas para la vida pública, desarrolla, paralelamente, toda una suerte de subterfugios para cubrir lo anticonvencional bajo ingentes capas de hipocresía... Para hacer, por ejemplo, que pueda crecer el alcoholismo en plena ley seca. ¡Todo sea por el negocio!.



Y, así, fueron desarrollando el sistema por el que, primero, las mafias y, luego (ahora), los honorables grandes industrias transnacionales controlaban (de hecho, ponían y quitaban) las caras visibles de la farándula política para jugar al juego de la democracia... Incluyendo, incluso, en el decorado (sobre todo al principio, cada vez menos) para que la hipocresía tomase cuerpo alguna eventual detención (incluso condena) de un capo, alguna multa más o menos onerosa a una multinacional o algún juicio a “representantes” políticos que habían hecho demasiado evidente su corrupción.



Pero, eso sí, mentir sobre la comprobación en el propio bajo vientre de las habilidades orales de una becaria seguía estando muy mal visto en un presidente.



Ahora, en tiempos del capitalismo globalizado y la opresión simbólica, el asunto se ha generalizado a todo el mundo... Así que aquí estamos con la casta política “representando su (pésimo) teatrillo de sombras” guionizado por los grandes poderes económicos y pidiendo que se les juzgue sólo por la verosimilitud con la que son capaces de interpretar su ficción.



Así que, si uno no pertenece a la farándula gobernante ni a los guionistas y productores de la representación, no puede dejar de coincidir con Purdy en que la franqueza está sobrevalorada... Y no sólo por las inmensas dosis de hipocresía que la envuelven, sino, y sobre todo, por su insultante asimetría: cuando esa sinceridad la ejercen los poderosos sobre la gente de a pie es aplaudida bajo nombres como campechanía, claridad o, incluso, responsabilidad; si es la ciudadanía la que la usa con quienes mandan (de forma directa o interpuesta) es denostada bajo denominaciones como escrache, desorden, vandalismo o, simplemente, violencia. O sea que la franqueza es su virtud y nuestro delito. ¿No llevamos ya demasiado tiempo aceptándolo “de buen rollo”?.



Nacho Fernández del Castro, 11 de Abril de 2014

jueves, 10 de abril de 2014

Pensamietno del Día, 10-4-2014



«Todo está en calma.
Doy una última mirada al cuarto:
si muriera esta noche
mínimas serían las dificultades que siguieran.
No hay nadie ya despierto
y he concluido la última anotación
de lo que haré mañana.
Todo está encarpetado,
no hay ningún ángulo que sobresalga.
Casi no hay objetos redondos.
Los piolines en su sitio
y los suicidas sonriendo tras los vidrios.
Este poema es lo único que da
la clave de la madeja:
"Los monstruos, bien peinados, por dentro”

(Emma BARRANDEGUY; Gualeguay. Entre Ríos, Argentina, 8 de marzo de 1914 - 19 de diciembre de 2006.
"El apaciguamiento de las cosas” en Las puertas, 1964.)

Eso es, a fin de cuentas, la vida, el mundo, la realidad... Un gran cuarto donde, cuando llega la gran noche del silencio, todo queda en clama y, si cualquiera de nosotros muriese, las dificultades para que todo siguiese igual serían mínimas.
Tratamos de encajar todo perfectamente en las carpetas de nuestros usos y costumbres, evitando cuidadosamente la sobreabundancia de cosas esféricas que, por mucho que los griegos las asociaran con la perfección, resultan difíciles de archivar, por más que sean leves e inclinadas a la caricia... Tratamos de anticipar, desesperadamente a veces, el mañana para anticiparlo y fragmentarlo a nuestra conveniencia, por más que sepamos que lo que hoy estimamos conveniente puede resultar mañana insulso o, incluso, francamente enojoso... Tratamos también de organizar nuestros pequeños placeres y fuentes de relajación; de pintar sonrisas en nuestros miedos para situarlos, tras vidrieras protectoras, fuera de nuestro ámbito cotidiano.
Pero, a fin de cuentas, seguimos atribulados por la falta de claves para entender este embrollo... Porque, a fin de cuentas, la vida, el mundo, la realidad, sigue llena de monstruos... Por mucho que aparezcan bien peinados, por dentro.
Nacho Fernández del Castro, 10 de Abril de 2014