jueves, 31 de enero de 2013

Pensamiento del Día, 31-1-2013



«[...]Hoje é sábado, amanhã é domingo
Amanhã não gosta de ver ninguém bem
Hoje é que é o dia do presente
O dia é sábado.
Impossível fugir a essa dura realidade
Neste momento todos os bares estão repletos de homens vazios
Todos os namorados estão de mãos entrelaçadas
Todos os maridos estão funcionando regularmente
Todas as mulheres estão atentas
Porque hoje é sábado..[...]»


«[...]Hoy es sábado y mañana domingo.
Al mañana no le gusta ver a nadie bien
Hoy, que es el día del presente
El día es Sabado.
Imposible huir de esta dura realidad
En este momento todos los bares están llenos de hombres vacíos
Todos los enamorados se cogen de la mano
Todos los maridos están funcionando regularmente
Todas las mujeres estan atentas
Porque hoy es sábado. [...]»



 (Marcus Vinícius da Cruz de Melo Morais, conocido como Vinicius de MORAES; Río de Janeiro, Brasil, 
19 de octubre de 1913 – 9 de julio de 1980. Estrofas de la Parte Primera de O Dia Da Criação  
–El Día de la Creación-, 1971.)



Hoy no es sábado... Pero como si lo fuera.



Porque para muchísima gente el mañana se ha tornado en inmenso domingo, tedioso y víspera de algo que se presiente peor...  



Imposible para esa gente sentir el viejo carpe diem, pues vivir su presente es es aceptar las continuas heridas y tantas sombras que amenazan con destruirlo todo, ¿imposible aceptar esa proliferación enloquecida de un ocio de precio mínimo para una alienación máxima!.



Pero acaso en este perpetuo temor al mañana desde el dolor presente, todavía haya sitio para alguna pareja de personas enamoradas, cuyas manos entrelazadas se conviertan en signo de resistencia ante el oprobio globalizado que mercantiliza el amor en cómodos plazos y con financiación exclusiva; o para algún marido que funciones regularmente con esas mujeres que han de permanecer atentas ante tantas discriminaciones, tanta violencia y tantas presiones simbólicas para que a lo único que permanezcan atentas es a la insignificancia rosa que llena las pantallas de vidas ajenas prefabricadas.



Porque, en definitiva, es como si hoy fuese uno de esos sábados en los que, perdidos en la incomprensión de cuanto nos rodea, sólo acertamos a esperar el sopor anodino que precede al esfuerzo inútil y autodestructivo.



Vinicius lo sabía... Por mucha creación que nos cuenten que en uno de ellos se había culminado, ¡los sábados tienen inmerecida buena prensa!.



Nacho Fernández del Castro, 31 de Enero de 2013

miércoles, 30 de enero de 2013

Pensamiento del Día, 30-1-2013



«Ningún avance del conocimiento humano es reaccionario o perjudicial en sí mismo, ya que todo depende de cómo lo utilice el hombre como ser social: un mismo descubrimiento puede emplearse para alcanzar un paraíso nuevo o un nuevo infierno mucho peor del que hemos conocido hasta ahora. Pero en ningún caso podemos permitir que el temor de que se abuse del conocimiento humano lleve a la prohibición de dicho conocimiento.»


 (Adam SCHAFF; Leópolis, Ucrania, 10 de marzo de 1913 – Varsovia, Polonia, 12 de noviembre de 2006. 
¿Qué futuro nos aguarda?: las consecuencias sociales de la segunda revolución industrial, 1985.)



En efecto, parece un dislate poner barreras al desarrollo del conocimiento en función de miedos y viejos prejuicios... Cualquier descubrimiento científico o tecnológico, en su proyección social, podrá usarse como instrumento de emancipación o como refuerzo del control y la opresión.

Dicho así, en genérico, parece que no hay posible discrepancia... Ahora bien, están los contextos sociales que determinan los procesos de descubrimiento y de el aprovechamiento industrial de lo descubierto... Y no, la nuestras sociedades no están compuestas (ni mucho menos gobernadas) por seres angélicos ni por almas bellas hegelianas... Así que uno y otro proceso estarán auspiciados y controlados (y serán determinados y aprovechados) por los intereses de los amos del mundo. Así que no es de extrañar que los grandes cónclaves empresariales mundiales, así como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y sus leales servidores en los gobiernos nacionales, comiencen a hablar de sobreformación y a propugnar una educación estrictamente ajustada a las necesidades objetivas, pero fluctuantes, de eso que llaman los mercados. ¿Para qué ha de servir la cantidad de tiempo perdido en generar aprendizajes relacionados con el pensamiento crítico y la autonomía a quienes nunca podrán hacer uso de ellos?.

Y, así, en tiempos de devastación de lo público, los recortes en I+D+i van convirtiendo el viejo fenómeno postindustrial de la proletarización de la ciencia y la tecnología, del que hablaba Radovan Richta, en la conversión de quienes pretenden dedicarse a la investigación científico-tecnológica en parias precarizados  al servicio de los caprichos del interesado mecenazgo de las grandes empresas.

.Pero es que, además, cuando uno visita las exposiciones al uso, por ejemplo, sobre instrumentos de tortura de la Santísima Inquisición, cuesta mucho rescatar imaginación suficiente y pensamiento lo bastante divergente para explorar posibles usos emancipatorios de tan sofisticados avances técnicos para el el mal. En definitiva, que, a veces (cada día más), los propios contextos de descubrimiento (cargados de intencionalidad y vaciados de azares) vician hasta tal punto el desarrollo de un conocimiento y su aplicación social, que el asunto casi no tiene vuelta de hoja.
Nacho Fernández del Castro, 30 de Enero de 2013

martes, 29 de enero de 2013

Pensamiento del Día, 29-1-2013



«Es una filosofía [la del Método Fukuoka] para trabajar juntos con la naturaleza y no en contra, de observar prolongadamente y atentamente en lugar de trabajar mucho y descuidadamente, de considerar las plantas y los animales en todas sus funciones en lugar de tratar a los elementos como sistemas de un solo producto.»
(Masanobu FUKUOKA; Iyo, Ehime, 2 de febrero de 1913 - 16 de agosto de 2008. The Natural Way of Farming: The Theory and Practice of Green Philosophy, publicado con  Frederic P. Metreaud, 1985.)
En estos tiempos de nada acelerada, o sea, de la práctica irreflexiva del “tira que libras”, el amor a la propia tarea, el cuidado amoroso de cada uno de los elementos que intervienen en la misma, olvidándose de las prisas, los procesos de obsolescencia inducida y, en general, los mercados, es un bien inapreciable (es decir, al que no se puede poner precio, porque es todo valor intrínseco).

Fukuoma supo hacerlo con su agricultura natural vinculada a la filosofía verde, pero, que nadie se llame a engaño, cada cual puede hacerlo en sus propias tareas, en su propia forma de hacer las cosas... ¿Quién no puede considerar detenidamente, tras la observación necesaria, la características y funciones propias de cada elemento que interviene en sus acciones más habituales?, ¿quién no puede valorar con detalle las consecuencias de cada una de sus intervenciones sobre el mundo que le rodea (naturaleza, personas, cosas,...)?...

¿Que hay que comer y el margen de maniobra en un trabajo por cuenta ajena es muy limitado?... De acuerdo. Pero la vida es mucho más que eso y cada acto personal tiene condiciones y consecuencias naturales, sociales, casi diría ontológicas...

Así que prestar un poco de atención al asunto nos ayudaría, sin duda, a priorizar el vivir (el tener la satisfacción de vivir) sobre el tener (el tener, simplemente, sin satisfacción más allá del hecho mismo de la posesión).

En definitiva, abriría el tiempo para ser mundo, rebelándonos contra el simple estar en el mundo. Y revelándonos, acaso, elementos y funciones también olvidados, por falta de observación y práctica, de nosotros mismos.
Nacho Fernández del Castro, 29 de Enero de 2013