jueves, 31 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 31-5-2012


«Avanzando a tientas en la oscuridad, seguro de haberse perdido, Jonny vio aparecer de repente un cuadrado de luz en el camino: la ventana de una casa. Su larga caminata a través de la monótona negrura estaba llegando a su fin.»
 
 (Margaret MAHY; Whakatane, Nueva Zelanda, 21 de Marzo de 1936. Al borde del acantilado, 2002.)
Parece que quienes dicen dirigirnos, dirigir el Estado, cada vez están más seguros de haberse perdido...
Altos cargos de la judicatura que combinan ocio y trabajo pagando con dinero público ostentosos alojamientos y opíparas cenas compartidas... ¡Sin ver problema moral alguno en ello pese a sus hondas convicciones cristianas!.
Gobernantes que recortan alegremente los servicios públicos básicos (que ellos, claro, ni utilizan ni necesitan) mientras salvan la cara y la cartera de sus amigos-colegas-amos banqueros... ¡Alegando, con rostro impasible, necesidades y urgencias!.
Presidentes que siempre procuran dar la callada por respuesta, portavoces que dicen y se desdicen sin dejar pasar una hora, ministros del área económica que anuncian con risa floja medidas mil veces negadas hasta el instante anterior, gobernadores de instituciones reguladoras del caos financiero que dicen que les gustaría mucho hablar a la vez que aseguran que no van hacerlo, autoridades comunitarias que anuncian flexibilización de medidas cinco minutos antes de que otras autoridades comunitarias señalen que las normas vigentes no lo permiten...
Cada vez más, da la impresión de que vamos a tientas por la oscuridad y que cualquier luz que aparece como promesa de final de tan negra travesía, en realidad, no es más que un señuelo que nos acerca al borde del abismo.
Y a algunos, la crisis puede empezar a parecerles una sombra monótona que impide cualquier posibilidad de reconocer nuestros propios y erráticos pasos... Lo malo es que a muchas personas, en el límite ya de las más diversas formas de exclusión, no les va a dar tiempo, ocupadas en sobrevivir a salto de mata, de sentir el tedio de tan gris monotonía.  
Nacho Fernández del Castro, 31 de Mayo de 2012

miércoles, 30 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 30-5-2012


«En el túnel donde me violaron, un túnel que había sido una entrada subterránea a un anfiteatro, un lugar por el que los actores salían repentinamente de debajo de los asientos del público, una chica había sido asesinada y descuartizada. La policía me contó su caso. A su lado, me dijeron, yo ha­bía sido afortunada.»
 
 (Alice SEBOLD; Madison, Wisconsin, Estados Unidos, 6 de septiembre de 1963. Lucky –Afortunada-, 2002.)
Toda víctima tiene, al menos, el derecho a sentir su dolor como el mayor, el más profundo... Y las conductas violentas que lo provocan como las más detestables y perversas.
Nadie tiene derecho a relativizar el dolor de una víctima ante ella misma... Nadie puede proponer a una víctima “hipótesis de fortuna” por no haber sufrido una violencia mayor, una iniquidad más absoluta.
Y, sin embargo, tendemos a ver el dolor de los demas siempre desde “lentes relativizadoras”... Incluso intentamos negar el mal buscando legitimaciones psicosociales de las acciones más viles, como si el hecho de que algo fuese “racionalmente explicable” le concediese carta de naturaleza o eliminase toda su abyección.
Sabemos que el patriarcado, como fundamento y “naturalización” del dominio absoluto de los machos alfa sobre los grupos humanos, presiona sobre las personas hasta derivar, en determinadas condiciones, en el ejercicio de la violencia sexual... Pero, ¿hace ello menos deplorable una violación?. Es más, ¿puede resultar para la persona violada su dolor comparable, en algún sentido, con el de otras víctimas de otro tipo de violencia?.
El dolor de toda víctima es siempre absoluto, inconmensurable, y, como tal, debe ser respetado. No hacerlo así es, de algún modo, ponerse del lado de los verdugos.
Nacho Fernández del Castro, 30 de Mayo de 2012

martes, 29 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 29-5-2012


 
 (Ángeles CASO; Gijón, Asturias, 16 de julio de 1959. El mundo visto desde el cielo, 1997.)
Algunas noticias transcendentales para nuestra vida llegan a nuestros oídos envueltas en el desdén de lo insignificante... Y casi siempre demasiado pronto o demasiado tarde. (En realidad, el problema clásico del Kayrós, del punto vital, del momento oportuno, como cuestión de concepto (no como sensación o sentimiento) sólo ocupaba y preocupaba a Clemente de Alejandría y sus secuaces (como algún exclérigo aficionado a reformular la Metafísica como Teodicea).
Y es que todos sentimos o tenemos la sensación de haber dejado pasar “nuestro momento” varias veces en la vida o de que, cansados de esperarlo, cuando llega carece de verdadero interés... Pero de ahí a hacer una “teoría desencial de la vida humana a partir de sus puntos vitales” hay unos cuantos saltos (sin red racional).
Y es que, en cuanto uno comienza a ver el mundo con ese sentido común que todos dicen que es el menos común de los sentidos, se da cuenta que el camino de la vida no es recto, plano ni sencillo, que está lleno de vueltas y revueltas, de subidas abruptas y bajadas de vértigo, de esquina y esquirlas, de espejismos falaces y atajos que son rodeos (o viceversa)...  Y, entonces, uno comienza a preocuparse más de dónde pisa que del albur de los momentos propicios.
Nacho Fernández del Castro, 29 de Mayo de 2012

lunes, 28 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 28-5-2012


«¿Cómo se podía pasar media vida junto a un compañero, un amigo íntimo sin percatarse de su naturaleza, o al menos de su naturaleza posible?. (Pero acaso en todos cualquier naturaleza es posible). ¿Cómo puedo no conocer hoy tu rostro mañana, el que ya está o se fragua bajo la cara que enseñas o bajo la careta que llevas, y que me mostrarás tan sólo cuando no lo espere?
 (Javier MARÍAS FRANCO; Madrid, 20 de septiembre de 1951.Tu rostro mañana I: Fiebre y lanza, 2002.)
La vida da muchas vueltas... Lo dice el dicho popular y es bien cierto. Todos (casi todos, al menos) somos bastante fiables en las rutinas, cuando lo cotidiano tiende a perpetuarse y reiterarse como una salmodia tan tediosa como amable, tan predecible como cómoda.
Pero, ¿qué pasa cuando todo se llena de sorpresas, cuando las seguridades confortables de nuestros hábitos se quiebran en mil pedazos, cuando los acontecimientos nos empujan hacia situaciones límite?...
Supongo que todos (o casi todos, al menos) vivimos con la secreta confianza de que nuestras amistades, nuestras personas más queridas, serán fiables, tal y como hoy los conocemos y queremos, incluso entonces... Pero, en realidad, ¿podemos garantizar siquiera que lo seamos nosotros?.
¿Podemos asegurar que nuestro rostro vaya a seguir siendo el mismo mañana?.
Nacho Fernández del Castro, 28 de Mayo de 2012

domingo, 27 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 27-5-2012


«-Hay un momento —continuó el padre Eugenio— en el que el hombre tiene que elegir entre la verdad y la mentira. Lo cómodo, lo tranquilo, es siempre la mentira, porque la verdad es sólo una y las mentiras son muchas y puede escogerse la que más acomode.»
 
 (Gonzalo TORRENTE BALLESTER; Serantes, Ferrol, 13 de junio de 1910 – Salamanca, 27 de enero de 1999. Los gozos y las sombras III: La Pascua triste, 1962.)
La modernidad nace y crece desde los conceptos de duda y certeza... en realidad, es, básicamente, la confianza ilimitada en la capacidad y voluntad humanas de desarrollar su conocimiento para buscar y encontrar verdades.
De todos modos, las “verdades” encontradas por la razón ilustrada (aparte de diversas y frecuentemente en conflicto) pronto comenzaron a resultar sospechosas por una ufana y altanera pretensión unitaria y mololítica que siempre parecía legitimar algún desafuero, “naturalizar” alguna diferencia. apuntalar alguna exclusión... Y sobre esa sospecha fueron desarrollándose perspectivas de verdades posibles, más modestas y plurales, en un camino que consistía más en dilucidar lo que es indudablemente falso, mentira, que en sostener la esperanza de alcanzar verdades últimas e indubitables.
La radical crítica postmoderna de los excesos dogmáticos de la razón ilustrada, planteada en último extremo (como lo sintetiza Comte) como una alternativa a las religiones tradicionales en un credo positivista, tiene el valor de vacunarnos contra toda pretensión de verdad única... Pero, acaso, nos deja inermes ante las mentiras convenientes sostenidas por quienes tienen el poder y la fuerza.
Nacho Fernández del Castro, 27 de Mayo de 2012

sábado, 26 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 26-5-2012


«La ejecución es muy rápida. Monterroso ha muerto de miedo 
antes de ser agarrotado. El público sólo percibe una brusca 
sacudida de carnes relajadas que por un segundo quedan rígidas 
para ablandarse lentamente. Le separan de la máquina y el médico 
certifica su muerte. El cadáver es colocado a un extremo, cubierto 
con una manta.»
 
 (Víctor CHAMORRO CALZÓN; Monroy, Cáceres, 29 de agosto de 1939. El Pasmo, 1987.)
Resulta curiosa la monotonía, casi burocrática, que transmite la descripción pormenorizada y aséptica de los pasos de una ejecución.... Y, sin embargo, esa misma frialdad puntillosa la hace mucho más terrible, si cabe, porque en ella la muerte aparece como un simple y último trámite cuyo cumplimiento debe ser administrativamente verificado y registrado. Algo así como “la póliza definitiva”.
Claro que puede ocurrir que alguien fuerce, para descrédito de la profesión de verdugo, la materia de ese formalismo postrero sin aceptar que el mecanismo previsto sea relevante en la ceremonia... O sea, que se muera de pavor antes de que el instrumento patibulario cumpla con su deber de segar la vida.
Y acaso por ello, las  llamadas “democracias avanzadas” han ido desarrollando eficaces instrumentos simbólicos para la gestión social del miedo por el poder que hacen ya innecesaria la función del verdugo (es, al fin y al cabo, el paso de la sociedad de El verdugo, 1963, berlanguiano a la que auguraban los Queridísimos verdugos, 1977, de Martín Patino).
Pero ya vemos que, en medio de esta opresión globalizada, cuando los brotes de insumisión crecen y amenazan con extenderse y hacerse más frecuentes, mucha “gente de orden” reclama la vuelta a lo clásico...  Cundo el miedo simbólico (la demonización, la exclusión,...) no basta para imponer el silencio sumiso, se recurre de nuevo a las porras y las togas... ¡E incluso hay quien reclama cadenas perpetuas y hasta la recuperación del más vil de los garrotes!.
Nacho Fernández del Castro, 26 de Mayo de 2012

viernes, 25 de mayo de 2012

Pensamiento del Sía, 25-5-2012


«El destino reparte cartas y tu juegas la mano que te ha tocado. No gimoteas, no te quejas.»
 
(John Maxwell COETZEE; Ciudad del Cabo, Sudáfrica, 9 de febrero de 1940. Slow Man -Hombre lento-, 2005.)
No sirve de mucho quejarse de las cartas que nos han tocado en el juego de la vida, pero sí debería quedar claro, deberíamos decirlo en todos los tugurios y salones con voz clara y alta, que aquí y ahora alguna gente (la casta política y los poderes económicos a los que realmente representa) juega con las cartas marcadas, mientras a mucha otra (la inmensa mayoría) sólo le queda mirar y financiar la partida.
Pero no, no es cosa de destinos fatales, de hados caprichosos o de que la diosa Fortuna se nos muestre esquiva... Es, y lo sabemos, el resultado de un sistema de explotación y consumo perfectamente arbitrado u urdido para generar un imaginario colectivo de sumisa resignación aderezada con pequeñas dosis de vacua esperanza.
Nos pasa, al fin y al cabo, como a África... Y conviene recordar la mínimamente esperanzada sumisión de un continente condenado, expoliado y a la deriva, en este día que los grandes especialistas internacionales en firmar papeles mojados han declarado suyo.
Nacho Fernández del Castro, 25 de Mayo de 2012

jueves, 24 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 24-5-2012


«Sí. Todos arrastrábamos una sombra. Pero al llegar a esta ciudad, tuve que confiar mi sombra al guardián de la puerta.
- Con ella no puedes entrar -me dijo el guardián-. O dejas tu sombra, o te despides de entrar en la ciudad. Tú eliges.
Y yo abandoné mi sombra
 (Haruki MURAKAMI; Kioto, Japón, 12 de enero de 1949. 
El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, 1987.)
¿Quién no ha dejado su sombra, frecuentemente hecha jirones, como salvoconducto de entrada a lugares que, tiempo después, ya sin nuestra propia sombra, se tornan insípidos, cuando no francamente insoportables?...
Y no es precio baladí. Cada cual es, sobre todo y ante todo, su sombra, el contorno que uno mismo va conformando y con el que interrumpe la luz que le llega, la figura que sobre paredes y suelos ofrece a los demás...
Y habrá quien diga que no, que en el fondo es otra cosa bien distinta... ¡Puro idealismo espiritualista!. No somos otra cosa que lo que proyectamos hacia los demás, en definitiva, que nuestra sombra. Porque, además, si queremos “proyectar hacia el exterior” lo que “no somos”, acabaremos por “ser, más o menos, lo que proyectamos”.
Por eso cuando decimos de alguien que “no es él (o ella) ni su sombra” estamos cometiendo una redundancia... Por eso, cuando algo nos a-sombra, nos deja momentáneamente sin sombra.
Así que cultivemos el sano escepticismo y no nos asombremos en absoluto de los lugares y aconteceres de esta ciudad-mundo... Porque sin sombra no somos nada.
Nacho Fernández del Castro, 24 de Mayo de 2012

miércoles, 23 de mayo de 2012

Día de África 2012 en Avilés (25 al 27 de Mayo)

Pensamiento del Día, 23-5-2012


«La ciudad parece estar consumiéndose poco a poco, pero sin descanso, a pesar de que sigue aquí.»
 
 (Paul AUSTER; Newark, Nueva Jersey, Estados Unidos, 3 de febrero de 1947.  
In the Country of Last Things -El país de las últimas cosas-, 1987.)
El tiempo de nuestras ciudades se apuntala en apariencias de progreso en toneladas de hormigón y asfalto, en acristalados centros comerciales y edificios de oficinas tan diáfanas en su arquitectura interior como opacas en sus actividades, en torrentes de luces de neón y cataratas de enmarañados ruidos... Y, sin embargo, sus esencias, las que otrora las hacían habitables, se van difuminando entre aristas de exclusión.
Nuestras ciudades se hacen más inhóspitas cada día para quienes pretende poblarlas... Se tornan más escondrijo que refugio, más parapeto que nido, más trinchera que hogar en esta despiadada lucha por la vida que preside el aquí y el ahora.
Por eso sabemos que la ciudad, nuestras ciudades, las ciudades que conocimos y gozamos, se van autofagocitando poco a poco, en un proceso autodestructivo continuo que las va asimilando con las demás ciudades.... Aunque todas ellas parezcan seguir en su sitio.
Nacho Fernández del Castro, 23 de Mayo de 2012

martes, 22 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 22-5-2012


«Solamente existe algo tan falso como la Geometría plana: la Política. 
Ambas admiten el Centro.»
 
 (Bernat MUNIESA I BRITO; Barcelona, 1941. Candongo, 1992.)
La Geometría plana es algo que, nunca mejor dicho, sólo funciona “sobre el papel”, ese lugar donde toda circunferencia tiene su centro... La Política es algo que, nunca mejor dicho, sólo funciona como “representación” que mitifica un centro legitimador de lo que hay: la casta política dice representar la voluntad popular, pero en realidad sólo representa sumisamente intereses económicos frecuentemente inconfesables y siempre inconfesados. Es decir, obedece con presteza los deseos del amo y, para el pueblo, “hace teatro”... Un mal teatro, por cierto.
Por fortuna, las geometrías no euclidianas diluyeron el privilegio del centro e impulsaron el rápido avance de la ciencia y de sus aplicaciones tecnológicas... ¿Cómo y cuándo se alumbrará una política no representacional que, superando el mito del centro, se torne verdadera búsqueda radical (y colectiva) del bien común?.
Nacho Fernández del Castro, 22 de Mayo de 2012

lunes, 21 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 21-5-2012


«Al hacer uso [de las posesiones materiales], el hombre debe tener cuidado de protegerse frente a la tiranía [de ellas]. Si su debilidad lo empequeñece hasta poder ajustarse al tamaño de su disfraz exterior, comienza un proceso de suicidio gradual por encogimiento del alma.»

 (Sir Rabindranath TAGORE; Jorasanko, Calcuta, Bengala Occidental, 7 de mayo de 1861 – 
Santiniketan, 7 de agosto de 1941. My Reminiscences –Mis Reminiscencias-, 1917.)
Más allá de cualquier desliz espiritualista, no deja de ser patente que cuando las cosas son consideradas más por su valor de cambio que por el valor de uso, comienzan a convertirse en nuestras tiranas... En efecto, cuando comenzamos a tener cosas no por el hecho de que nos son útiles y nos hacen la vida más grata, sino porque conforman otro yo material (aunque aparente) ligado a la configuración de esos objetos como signo de identidad, estamos ya en el meollo de la alienación contemporánea, ligada al consumismo.
Y, así, aceptamos que no somos más que lo que vestimos o lo que ocupa nuestros ocios, el coche del que presumimos o los restaurantes que frecuentamos... Es un dislate y un oprobio.
Un dislate porque a base de querer “aparecer” socialmente como refinados degustadores de determinadas cosas que nos identifican, esas cosas acaban necesariamente reduciéndonos e ellas mismas.
Un oprobio porque, entretenidos en buscar nuestra propia identidad de consumo lo más selecta posible, olvidamos que la inmensa mayoría de las personas sólo podrán consumir lo que sus limitados recursos les dejan... Y no, no estoy hablando sólo de esas lejanas “gentes del Sur”, de los países económicamente subdesarrollados y desarrollantes en los que la propia vida es una crisis que sólo acaba con la muerte (siempre prematura), sino también de tantos seres humanos, la mayoría, que nos cruzamos cada día en las calles ufanas de nuestro Norte, de nuestros países económicamente desarrollados y subdesarrollantes en los que la crisis sólo parece un mal fario del que casi todo el mundo aspira a librarse para entregarse, de nuevo alegremente, a su propia identidad de consumo.
¡Paradojas (bien planificadas desde el poder económico) de la vida!.
Nacho Fernández del Castro, 21 de Mayo de 2012

domingo, 20 de mayo de 2012

Pensamiento del Día, 20-5-2012


«La suerte es la suerte dijo con una lucecita asesina en la mirada­. Habrá que irse a dormir.
  Yo soy hombre tranquilo; en cuanto oí aquello, gané el rincón más cercano a la puerta.
»
 (Rodolfo WALSH; Lamarque, Río Negro, Argentina, 9 de enero de 1927 – “desaparecido” por 
un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada en Buenos Aires, desde el 25 de marzo de 1977. Cuento para tahúres y otros relatos policiales, 1987.)
Es éste un tiempo de miedos y recelos... La debacle de cualquier perspectiva colectivista, y no digamos universalista, tras decenios de arduo trabajo de los poderes económicos, de sus testaferros políticos y de la industria mediática a disposición de unos y otros, ha dado paso a un individualismo rampante que convierte el comportamiento de la ciudadanía en un cálculo prudencial y continuo de los peligros que acechan tras la mirada de los demás. Ya nadie se fía de nadie y, en medio de la sospecha globalizada, los grandes tahúres, los amos del mundo, hacen tranquila y permanentemente su agosto sin que ninguna de sus víctimas, ocupadas en vigilarse entre sí llenas de miedos difusos y desenfocados, les molesten ni, mucho menos, les inquieten... Es más, si ese agosto bonancible y pródigo para los poderosos de la tierra se torna en algún momento otoño (o, incluso, crudo invierno como el de la actual crisis), sus (no nuestros) “representantes políticos” se ocuparán de hacer que aportemos el calor suficiente para compensarlo entre todos.
Y es que así, de uno en uno, buscándonos la vida y la suerte mientras desconfiamos de quienes tenemos al lado sumidos en idéntico afán y olvidados de quienes nos han colocado en esta situación, sólo atinamos a buscar algún rincón donde protegernos, cerca de las salidas que nos imponen, para ver si, cuando empiecen los tiroteos de los tahúres, logramos salvar, de momento, nuestro pellejo.
¿No es hora de ir sustituyendo los recelos por cooperación para intentar quitar al tahúr de turno las armas y, entre todos, tirar las paredes de las estructuras que nos  asfixian, dejando la salida expedita para todo el personal?.  
Nacho Fernández del Castro, 20 de Mayo de 2012